jueves, 24 de diciembre de 2015

El peligro de la "Doble Vida"

   Cuando miramos nuestro entorno, buscamos modelos de vida de personas buenas y que son muy famosas en el mundo, que a lo largo de su vida tuvieron una vida ejemplar y que puedan aportar a nuestro desarrollo humano para ser mejores; pero qué pasa con aquellas que estaban en la categoría de admiración y luego de un tiempo sale a la luz la verdad de secretos no conocidos y oscuros que tuvo esta "persona ejemplar". Pues la respuesta que se genera es una gran decepción, desconcierto y hasta un sentimiento de desconfianza en general, apresurándonos al juicio rápido de lanzar la primera piedra como castigo a la doble vida de la persona. 

   Pero este tema nos invita a la reflexión cuando el mismo Jesús nos cuestiona diciéndonos: El que esté libre de pecado que lance la primera piedra; nos miramos entre nosotros y luego nuestro interior preguntándonos: ¿Tengo doble vida?, ¿Qué cosas escondo a los demás que no saben de mí?, ¿Qué complicidades oscuras tengo?, ¿Cuáles son mis pecados?, etc.; esta serie de cuestionamientos nos hace meditar de ¿Cómo somos realmente?, llegando tal vez a la conclusión que también tenemos aquella "Doble Vida" que acusamos a los demás. 

   La causa principal como dice el Papa Francisco es la enfermedad de la mundanidad que anestesia el alma, perdiendo la conciencia de la realidad, viviendo un mundo artificial sin cuestionar los dobleces de nuestra precaria vida espiritual. Es por ello que tener doble vida es tener una vida mundana que no permite ver la realidad. Es hacernos huérfanos de un Dios que se abaja y nos espera, perdiendo por propia elección nuestro nombre y nuestro sitio en el Cielo que se nos ha sido reservado por toda la eternidad. 

   ¿Qué podemos hacer frente a la Doble Vida?, una de las recomendaciones sería hacer un balance de nuestra propia vida, haciendo un balance de lo bueno y lo malo, con un sincero acto de contrición  diciendo: ¡Señor mío, Jesucristo! /  Dios y Hombre verdadero / Creador, Padre y Redentor mío / por ser Vos quien sois / Bondad infinita / y porque os amo sobre todas las cosas / me pesa de todo corazón de haberos ofendido / también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno / Ayudado de vuestra divina gracia / propongo firmemente nunca más pecar / confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta / Amén (1).  

   Finalmente debemos tener en cuenta que el Juicio Final será público y que todos tendrán conocimiento de nuestras luchas internas y por justicia todo será mostrado sin ocultar nada, por lo tanto ese día será terrible para los que tuvieron doble vida, con qué cara miraremos a nuestro seres queridos cuando se enteren de nuestros pecados, qué dolor cuando vean las cosas que les ocultamos en vida. Será un día de Justicia y Misericordia Divina para todos, por ello mientras vivamos en este mundo, como recomendación tengamos en cuenta de cuánto amor ponemos en las cosas que hacemos por los demás, cuánta fe ponemos en Dios en los momentos de incertidumbre, cuan caritativos somos con nuestros hermanos que necesitan de nuestra ayuda y los más importante si hemos amado a la Madre de Dios durante toda nuestra vida en la tierra.

¡Oh Santísima Virgen María , sed la conductora de nuestra vida!

(1) Tomada de la Oración de Contrición de EWTN

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