jueves, 30 de abril de 2015

El Corazón Mecánico


   El desarrollo de la medicina ha permitido salvar muchas vidas, como es el caso de los trasplantes al corazón, sustituyendo sus funciones con un corazón mecánico para servir temporalmente, pero dada su alta durabilidad podría convertirse en una alternativa de solución permanente para los pacientes que sufren del corazón y se someten a dichos trasplantes.

   Pero, ¿qué sucede con el corazón del alma?, aquel corazón que nos produce emociones,  sentimientos y pasiones de diversa índole; cuando nos enamoramos o cuando también tenemos una decepción amorosa y esta puede salir fuera del control emocional, porque tal vez no estamos preparados para enfrentar los contratiempos que se presentan en las relaciones de pareja o en el entorno en que nos desenvolvemos.

   Lo que puede pasar en la mayoría de las cosas, es que una decepción a nivel de los sentimientos pueda herir nuestro corazón e intentemos buscar alternativas de solución que no son convenientes para nuestra salud emocional, como queriendo convertir ese corazón del alma en un corazón mecánico, donde los sentimientos y las emociones están controladas bajo una lógica racional de esquemas represores, haciendo que nuestro comportamiento sea lineal en vez de relacional.

   Bajo esta situación, lo único que logramos es un estado de tensión permanente que genera incertidumbres y dificultades en nuestra interacción con la sociedad, reaccionando erradamente en nuestros sentimientos con la percepción equivocada de ser personas robotizadas o frías que no tienen sentimientos y más que un corazón de carne poseemos un corazón mecánico.

   En esos cuestionamientos internos, buscamos alguna medicina que cure el corazón del alma y al estar en ese misterio que llega a nuestra vida, nos encontramos con el silencio que está en nuestro interior, dejando de lado las preocupaciones y recurriendo a recitar un poema que sale de ese corazón humano que le reclama a ese corazón mecánico, diciéndole:

Estas hecho de rutinas
moldeado en esquemas
entrampado en restricciones
y ofuscado en tentaciones.

Desechaste  los cambios
sin comprender razones
que llena mi vida de desgracias
huyendo de las divinas gracias.

Buscando una solución
a mi mecánico corazón
entablo una conversación
con el divino Creador.

El me ofrece su Pasión
que aceita mi corazón
impulsando la circulación
que añora mi conversión.

   La respuesta sale desde ese interior poético, que es el mismo Dios que está en las profundidades de nuestra alma, diciéndonos: ¡Confía en mí, Hijo mío!, que yo hago todas las cosas nuevas; es así que este corazón mecánico se convierte en un corazón más humano a través de la confianza en Cristo, capaz de amar, rezar, perdonar y ser perdonado.

   Finalmente, una de las recomendaciones es que debemos entrenarnos en el espíritu de las bienaventuranzas, cuidando siempre nuestro corazón, haciendo que fluya la sangre de la Misericordia Divina por todo nuestro Ser, convirtiéndonos en verdaderos atletas de Cristo que aceptan su Cruz en todo momento para nuestra redención y la del mundo entero.

                                           ¡Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío!

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