viernes, 24 de abril de 2015

El Último Papa


     En la actualidad, muchas especulaciones mencionan el futuro de la Iglesia Católica y en particular sobre cuál será el destino del Papa, tomando como fuente de información diversas profecías que no están aprobadas por la Iglesia o profecías aprobadas, pero tergiversadas, con interpretaciones muy antojadizas según como se va desenvolviendo los hechos, para luego acomodarlas al contexto presente, profetizando que estamos viviendo el final de los tiempos o seremos espectadores en un mediano plazo del final de la Iglesia Católica.

   Es así, que muchas interpretaciones de estas profecías que escuchamos, le damos la importancia que no debiera, porque se toma como referente la opinión de "expertos" que no son especialistas en escatología, rama de la Teología relacionada a los aspectos del fin del mundo que está por venir; por ejemplo, hace cinco años cuando vi en un programa de televisión sobre el tema de las profecías, anunciaban un gran cisma en la Iglesia Católica, donde dos Papas se enfrentarían por el "poder" de la Iglesia, uno legítimo y el otro ilegítimo, es decir contrario a Cristo; pero en la actualidad (2015), es verdad que existen dos Papas pero ambos son legítimos, uno Emérito que renunció por razones comprensibles y el otro vigente que lleva ya dos años conduciendo con admirable valentía la barca de Pedro.

   Parece que en respuesta a estas profecías con interpretaciones fatalistas, sale un Dios misericordioso que responde con hechos de amor, diciéndonos: no vean divisiones donde no las hay, recen por la unidad de la Iglesia, recen por el Papa; entonces esa tendencia hacia el fatalismo se convierte en una tendencia hacia la esperanza, donde Dios nos muestra a dos Papas juntos en oración, rezando por el mundo entero, cómo no estar orgullosos de tener ese lujo en el Vaticano, que nos muestra la unidad de un Papa de la Razón con un Papa de mucha Fe, ambos con una mística de servicio a plenitud que nos enseña para que seamos sal y luz en el mundo.

   Bajo ese contexto de esperanza, a manera de una breve narración a modo de ficción, pienso que el último Papa será un hombre de mucha fe, muy preocupado de la salvación eterna de la humanidad, será un enamorado  de la pasión de Cristo, de vocación Mariana por excelencia, amante de la naturaleza y todo lo creado por Dios. Tal vez tendrá un momento de debilidad al enterarse por revelación divina que será el último Pedro al que le han encargado las llaves de la Iglesia, pero su mirada profunda a San Miguel Arcangel le dará la fortaleza para asumir con valentía los acontecimientos del fin del mundo y escuchará con fe en su corazón la voz del Señor: "Sobre ti edificaré mi Iglesia" (Mt. 16,18).

   Este Papa se preguntará si será fiel a Jesús, recordará la prueba que tuvo San Pedro al negar a Cristo, pedirá la intercesión de sus antecesores y de todos los Santos ante Dios para obtener la gracia de la humildad y aceptar su Cruz con amor, respondiendo con el Santo lema: ¡Que se haga tu voluntad! . Él tendrá la serenidad y la astucia intelectual para enfrentarse al Anticristo, pero también la mansedumbre para vivir el martirio que le impondrá. Su preocupación por la persecución Cristiana será como una espada de dolor que atravesará su corazón, comprendiendo el dogma de María como Corredentora en carne propia, pedirá a la Madre Santísima la gracia del martirio para Él y la gracia de que la muerte no le duela a su rebaño de mártires que se ofrecen por amor a Cristo.

   El último Pedro, escoltado por la Guardia Suiza en las afueras de Roma que lo protege de la persecución, tendrá la visión del Cristo sufriente en el camino y al verlo le preguntará: «Quo Vadis, Domine?» (¿Adónde vas, Señor?) a lo que Cristo le contestará: «Romam vado iterum crucifigi» («Voy hacia Roma para ser crucificado de nuevo»). El último Papa comprendiendo su misión como lo fue del primer Papa, volverá a Roma  para continuar su Santo Ministerio, ofreciéndose como un cordero dócil e imitando a Pedro; la muerte no la sentirá, que abriendo de nuevo sus ojos en un cuerpo resucitado, verá la nueva Jerusalén resplandeciente como la ciudad de la Paz Eterna, reinada por nuestro Señor Jesucristo por los siglos de los siglos. Amen.

   Finalmente, ¿Cuándo sucederá el fin del mundo?, pues por el mismo Jesús sabemos que nadie lo sabe, solo el Padre sabe el día y la hora; ¿Qué podemos hacer nosotros en este tiempo presente?, la respuesta que humildemente se recomienda es nutrirnos con el alimento del Cuerpo y la Sangre de Cristo, fortaleciendonos en nuestro combate diario, pidiéndole a María para que nos acompañe siempre y dedicando un tiempo para rezar por nuestro querido Papa actual, por sus antecesores y sucesores; también de manera especial por el último Papa ya que Dios no desperdicia ninguna oración más bien las multiplica con muchas bendiciones.
¡Que Dios bendiga al Papa!

Oración por el Santo Padre El Papa

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