miércoles, 21 de febrero de 2018

La Llama y el Corazón


   Habia una vez, una Llamita que vivía en los andes peruanos y comía lo que la naturaleza le ofrecía, la Llamita se sentía tan satisfecha que quería agradecer al Creador de todo lo que existe por tanta bondad, y mientras reflexionaba llegó a la conclusión de que la mejor forma de agradecer era levantar su corazón a Dios en cada momento de su vida, y al Creador le pareció tan tierno que la convirtió en un animalito muy valioso e indispensable, donde su lana la abrigara de las inclemencias del frío y también la compartiera con gran parte de la humanidad.

   Este pequeño cuento me lleva a meditar sobre las reacciones de aquel mundo invisible frente a nuestras acciones mundanas, pareciera que el más insignificante pensamiento para nosotros, Dios lo considerara el más importante, en esa lógica divina tan extraña que no entendemos y pareciera que sólo los humildes de corazón lo comprendieran, sin temor a perder las cosas materiales que les ofrece el mundo, ni la salud o la vida de sus seres queridos, aunque les cause un gran dolor terrible, lo aceptan y comprenden que aquello es la voluntad soberana de Dios.

   Es esa fuerza de la fe, que Dios premia a los que aceptan su voluntad, pero no es una voluntad impuesta, sino es el libre albedrío que nace del ser humano, aceptando con sumisión y reverencia cordial la voluntad de Dios, porque sabe que si Dios lo ha decidido así, es lo mejor para el alma humana aunque no encontremos y comprendamos su lógica divina; además que no sólo es premio para el que acepta sino que ayuda a mejorar el ambiente espiritual que le rodea, haciendo que sus más próximos se contagien de esa paz y esa luz que irradia el que se sabe hijo del Dios verdadero.

   Finalmente, como la LLamita del cuento, levantemos nuestro corazón al Señor por cada actividad que realicemos, por cada sensación de desprecio que experimentemos, por cada sensación de valer poco que sentimos y por cada caída en nuestro diario caminar; ya que el mismo Dios se hará presente para bendecir ese corazón lleno de dificultades, naciendo una llama de fuego en lo más profundo de nuestro interior donde su luz dará claridad a nuestro pensamiento, hará poderosa nuestra razón y logrará crecer nuestra fe en Dios.


“Llama a Dios en oración para encender la llama de fuego en tu corazón”
by Luchitos 

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