Tantas
cosas que a uno se le presenta en la vida que ya no sabe cuál es realmente el
camino que está buscando, es como tratar de seguir la ruta del alma que Dios ha definido
para nosotros, donde nos hace conocer a personas que se van presentando
en nuestro sendero pero a veces sufrimos de ceguera y sordera psicológica que no
nos deja ver ni escuchar a nuestros semejantes.
Muchos
especialistas de la conducta humana indican que no existen recetas psicológicas,
por lo cual nos recomiendan hacernos la siguiente pregunta: ¿cuántas cosas
estaremos haciendo que no les gusta a los demás?, es como cuando dejamos vacío
un espacio en nuestra relación con los demás y tarde o temprano alguien lo llenará
donde lamentablemente quedaremos en el olvido.
Frente
ante esta actitud negativa de no ver y escuchar a mis próximos, es que debemos
tener la certeza y la grandeza de apostar al diálogo, como dice el personaje el Zorro en el Principito: “Lo esencial es lo invisible a los ojos”, donde el
amor es ayudar al otro o también saber elegir vivir bien, donde lo esencial y centro del trayecto de nuestras vidas sea Cristo Jesús.
Por
lo tanto, la tabla de salvación es el otro u otros que nos dicen nuestra manera
de vivir y nos remarcan que debemos de actuar de una manera buscando siempre el
diálogo en la relación con los demás, el amor a Dios debe ocupar la sensación
de vacío de nuestra vida porque sólo así podremos vivir en armonía con nuestros
prójimos para verlos y escucharlos con el ojo y oído de Dios.